Tos ferina: síntomas, causas y tratamiento

La tos ferina o pertusis es una enfermedad del tracto respiratorio y los pulmones causada por una infección bacteriana. Esta enfermedad es muy contagiosa y puede poner en peligro la vida, especialmente cuando se presenta en bebés y niños.

tos ferina (tos ferina) se puede reconocer por una serie de toses fuertes que ocurren continuamente. Por lo general, esta tos a menudo comienza con un característico sonido de respiración largo y agudo que suena como "alarido" La tos ferina puede dificultar la respiración de los pacientes.

Aunque ambos se caracterizan por una tos persistente, la tos ferina es diferente de la tuberculosis (TB). Además de ser causada por diferentes tipos de bacterias, la tuberculosis suele causar tos que dura más de 2 semanas, sudores nocturnos, pérdida de peso significativa y puede ir acompañada de tos con sangre.

Los síntomas de la tos ferina

Los síntomas de la tos ferina generalmente aparecen de 5 a 10 días después de una infección bacteriana en el tracto respiratorio. Además, hay 3 etapas de desarrollo de la tos ferina (tos ferina), es decir:

La etapa inicial (fase catarral)

Esta etapa dura de 1 a 2 semanas. En esta etapa, la tos ferina se parece mucho a la tos de un resfriado común. Los pacientes solo experimentan tos leve, estornudos, secreción o congestión nasal, ojos rojos y llorosos o fiebre baja.

Aunque los síntomas son leves, es en esta etapa cuando el paciente tiene mayor riesgo de transmitir la tos ferina a quienes lo rodean. Las bacterias que causan la tos ferina se transmiten muy fácilmente a través de salpicaduras de saliva, como cuando alguien tose o estornuda.

Etapa avanzada (fase paroxística)

Después de la etapa inicial, las personas con tos ferina entrarán en la etapa avanzada. Esta etapa puede durar de 1 a 6 semanas. En esta fase o etapa, los síntomas experimentados serán más severos. Esta situación puede hacer que la víctima experimente una tos fuerte que desencadena una serie de los siguientes síntomas:

  • La cara se ve roja o violácea al toser.
  • Aparece un sonido "alarido"Cuando respiro profundamente antes de toser
  • Vómitos después de toser
  • Sentirse muy cansado después de toser.
  • Dificultad para respirar

A medida que avanza la enfermedad, la duración de la tos puede alargarse, incluso más de 1 minuto. La frecuencia también es más frecuente, especialmente por la noche. Sin embargo, las personas con tos ferina generalmente parecen estar sanas fuera del período de tos.

Si ocurre en bebés, la tos ferina a menudo no causa tos. Sin embargo, este trastorno puede hacer que la respiración se detenga temporalmente (apnea) y luego hacer que la piel del bebé se vea azul debido a la falta de oxígeno.

Etapa de recuperación (fase convaleciente)

La fase de recuperación puede durar de 2 a 3 semanas. En esta etapa, la gravedad y la frecuencia de los síntomas comienzan a disminuir gradualmente. Sin embargo, la tos puede reaparecer si el paciente tiene una infección respiratoria.

En general, todos los síntomas anteriores son más leves en adultos que en bebés y niños, especialmente en bebés y niños que no han sido vacunados contra la tos ferina.

Cuando ir al doctor

Consulte inmediatamente a usted oa su hijo con el médico si experimenta los síntomas anteriores, especialmente si ocurren en bebés o niños que no han sido vacunados contra la tos ferina. Se necesita un examen médico para que este trastorno pueda tratarse lo antes posible para prevenir complicaciones.

Además, las personas que tienen trastornos respiratorios, enfermedades cardíacas y obesidad son más propensas a la tos ferina. Si pertenece a este grupo y tiene tos, consulte con su médico regularmente para averiguar la causa de su tos y controlar su condición.

Causas de la tos ferina

La tos ferina es causada por una infección bacteriana. Bordetella pertussis en el tracto respiratorio. Esta infección bacteriana provocará la liberación de toxinas y hará que las vías respiratorias se inflamen. El cuerpo responde a esto produciendo una gran cantidad de moco para atrapar bacterias que luego son expulsadas al toser.

La combinación de inflamación y acumulación de moco puede dificultar la respiración de los pacientes. Por tanto, el paciente debe intentar inhalar con más fuerza, lo que en ocasiones produce un sonido chirriante (alarido) justo antes de toser.

Todo el mundo puede contraer tos ferina. Sin embargo, el riesgo de desarrollar esta enfermedad es mayor en personas con las siguientes condiciones:

  • Bebés menores de 12 meses o ancianos
  • No se ha sometido o completado la vacunación contra la tos ferina.
  • Estar en un área de brote de tos ferina
  • Esta embarazada
  • Contacto frecuente con enfermos de tos ferina
  • Sufriendo de obesidad
  • Tiene antecedentes de asma.

Diagnóstico de tos ferina

El médico preguntará las quejas y síntomas del paciente, así como rastreará el historial médico del paciente. A continuación, se realizará un examen físico completo, incluido un examen del tórax para detectar ruidos respiratorios adicionales y el uso de los músculos de la pared torácica al respirar.

Las primeras etapas de la tos ferina a menudo son difíciles de detectar porque los síntomas son similares a los del resfriado común. Por lo tanto, es necesario realizar una serie de investigaciones para confirmar el estado del paciente. La inspección incluye:

  • Toma de muestras de moco de la nariz o la garganta para ver si la flema del paciente contiene bacterias. Bordetella pertussis.
  • Análisis de sangre, para ver si hay un aumento de glóbulos blancos (leucocitos), lo que indica una infección.
  • Radiografía de tórax, para ver el estado de los pulmones y el tracto respiratorio, incluida la búsqueda de signos de inflamación, como infiltrados o acumulación de líquido.

Tratamiento de la tos ferina

El tratamiento de la tos ferina tiene como objetivo tratar las infecciones bacterianas, aliviar los síntomas y ayudar a prevenir la transmisión de enfermedades. El tratamiento se puede realizar de las siguientes formas:

Administración de antibióticos.

El uso de antibióticos tiene una serie de funciones, incluida la erradicación de bacterias, la reducción de la posibilidad de recurrencia de la tos ferina o la propagación de la infección a otras partes del cuerpo y la prevención de la transmisión de la enfermedad a otras personas.

Los antibióticos son más eficaces cuando se administran en las primeras semanas de la infección. Sin embargo, los antibióticos no aliviarán inmediatamente los síntomas de la tos en la tos ferina.

Autocuidado en casa

Mientras usa antibióticos de acuerdo con las instrucciones del médico, también se recomienda a los pacientes que realicen los siguientes tratamientos independientes para acelerar la curación:

  • Descanse mucho y beba mucha agua.
  • Coma porciones más pequeñas pero con más frecuencia si a menudo experimenta náuseas o vómitos después de toser.
  • Mantenga la limpieza y manténgase alejado del polvo o el humo del cigarrillo.
  • Use un humidificador para mantener el aire húmedo.
  • Cúbrase la boca y la nariz o use una mascarilla al toser o estornudar.
  • Lávese las manos con cuidado con jabón y agua corriente.

Los pacientes pueden tomar medicamentos para la fiebre y analgésicos, como paracetamol, para aliviar la fiebre o el dolor de garganta. Utilice siempre el medicamento de acuerdo con las instrucciones de uso. No combine estos medicamentos sin consultar con un médico.

No se recomienda tomar medicamentos para la tos sin cuidado, a menos que lo recomiende un médico. Esto se debe a que tomar medicamentos de manera descuidada tiene el potencial de causar efectos secundarios, especialmente cuando los consumen niños menores de 4 a 6 años.

Tratamiento hospitalario

Se requiere hospitalización si se presenta tos ferina en bebés, niños con antecedentes de enfermedades pulmonares, cardíacas o nerviosas y pacientes con tos ferina grave. Esto se debe a que estos pacientes tienen un mayor riesgo de complicaciones.

La hospitalización puede incluir:

  • Succión de moco o flema del tracto respiratorio.
  • Dar oxígeno a través de un aparato respiratorio, como una máscara o un tubo (cánula nasal), especialmente si el paciente tiene dificultad para respirar.
  • Colocación de pacientes en salas de aislamiento para prevenir la propagación de enfermedades.
  • Dar nutrición y líquidos por vía intravenosa, especialmente si el paciente tiene riesgo de deshidratación o dificultad para tragar alimentos.

Complicaciones de la tos ferina

Algunas de las complicaciones que pueden ocurrir debido a la tos ferina son:

  • Neumonía
  • Embargo
  • Hemorragias nasales y hemorragias cerebrales
  • El daño cerebral debido a la falta de suministro de oxígeno se denomina encefalopatía hipóxica.
  • Costillas magulladas o agrietadas
  • Rotura de vasos sanguíneos en la piel o los ojos.
  • Hernia en el abdomen (hernia abdominal)
  • Infecciones del oído, como otitis media.
  • Mayor riesgo de desarrollar trastornos pulmonares y del tracto respiratorio en el futuro

Prevención de la tos ferina

La mejor forma de prevenir la tos ferina es vacunarse o vacunarse contra la tos ferina. Esta vacuna generalmente la administra un médico o una partera junto con las vacunas contra la difteria, el tétanos y la poliomielitis (vacuna DTP).

El calendario básico de vacunación para DTP es a los 2, 3 y 4 meses de edad. Sin embargo, si el bebé no puede llevar a cabo las inmunizaciones en el horario, se recomienda a los padres que traigan al niño para que se pongan al día con las vacunas.ponerse al día) según el horario indicado por el médico.

También se aconseja a los niños que realicen más inmunizaciones (aumentador de presión) para obtener beneficios óptimos. Esta inmunización se lleva a cabo 4 veces, es decir, a la edad de 18 meses, 5 años, 10-12 años y 18 años. Inmunización aumentador de presión Se recomienda repetir esto cada 10 años.

También se recomienda que las mujeres embarazadas reciban una vacuna de refuerzo a las 27-36 semanas de gestación. La vacunación contra la tos ferina durante el embarazo puede proteger a su bebé de desarrollar tos ferina en las primeras semanas después del nacimiento. Además de la vacunación, también practique un estilo de vida limpio y saludable para estimular el sistema inmunológico.


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