Callos: síntomas, causas y tratamiento

Los callos o callosidades son piel engrosada y endurecida. Generalmente, La piel callosa se sentirá seca y blanco ligeramente amarillento. Los callos suelen aparecer en las plantas de los pies, los dedos de los pies, los talones, las palmas de las manos y los dedos de las manos.

Los callos son generalmente inofensivos, pero pueden cambiar la apariencia de la piel. Los callos solo deben tratarse si la afección causa incomodidad o interfiere con la apariencia.

Causas de los callos

Los callos generalmente son causados ​​por una presión o fricción excesiva y repetida en un área de la piel. De hecho, los callos son la reacción natural del cuerpo al fortalecimiento de los tejidos que están sujetos a repetidas presiones y fricciones. Esta reacción hace que el tejido de la piel se espese o también se conoce como hiperqueratosis.

Algunas actividades que pueden proporcionar presión y fricción excesiva y repetitiva, y aumentar el riesgo de aparición de callos, son:

  • Escribir o dibujar con lápiz, bolígrafo o pincel.
  • Tocar un instrumento musical, como la guitarra o el violín
  • Levantar pesos pesados, como el levantamiento de pesas
  • Usar ciertas herramientas que causan presión, como una azada.
  • No use calcetines cuando use zapatos
  • Usar zapatos incómodos, como tacones altos, zapatos estrechos o demasiado holgados

Factores de riesgo de callos

Hay varias cosas que pueden aumentar el riesgo de que una persona tenga callos, que incluyen:

  • No usar guantes al usar equipo u operar maquinaria
  • Caminar de forma anormal o colocar peso con mayor frecuencia en ciertas partes del pie, como los talones
  • Experiencia dedo en martillo o dedos de los pies que se enroscan como garras
  • Sufrir juanetes o un bulto en la base del dedo gordo del pie
  • Experiencia osteofitos en los dedos o las plantas de los pies

Síntomas de callos

Los callos pueden aparecer en áreas de la piel que a menudo se frotan o presionan. Los callos ocurren con mayor frecuencia en las plantas de los pies, especialmente los talones y las plantas cerca de los dedos de los pies, las rodillas, la parte superior, los lados, entre los dedos de los pies y las palmas de las manos y los dedos de las manos.

Los callos son un engrosamiento de la piel, cuyo tamaño dependerá del área de la piel que esté bajo presión o fricción. Al experimentar callos, una persona sentirá un cambio en la piel en forma de:

  • Se espesa, endurece y se siente áspero
  • La piel se seca y agrieta
  • Hay dolor si los callos se vuelven más gruesos.

Cuando ir al doctor

Consulte con su médico si los callos no desaparecen incluso cuando se quita la presión o la fricción, especialmente cuando los callos son muy dolorosos, sangran o tienen pus, o están interfiriendo con sus actividades.

Para las personas con diabetes o trastornos de la circulación sanguínea, consulte con un médico si tiene callos y no se trate usted mismo para que no cause lesiones. Esto es peligroso porque incluso una pequeña herida corre el riesgo de causar una infección en los diabéticos.

Diagnóstico de callos

Para diagnosticar callosidades, el médico le preguntará acerca de los síntomas del paciente, su historial médico y su historial de actividad o trabajo. A continuación, el médico realizará un examen de la piel para ver qué trastornos cutáneos están ocurriendo. Los callos se pueden diagnosticar mediante un examen de la piel realizado por un médico.

Si se sospecha que los callos son causados ​​por anomalías en los huesos, el médico realizará exámenes adicionales, como radiografías, para determinar el estado de los huesos.

Tratamiento de callosidades

Los callos generalmente desaparecen por sí solos si se reduce o se detiene la presión o la fricción. Hay varias formas sencillas que se pueden hacer para ayudar a superar los callos, a saber:

  • Use una cinta o vendaje en las áreas que están sujetas a presión o fricción frecuentes.
  • Use guantes cuando opere equipo que pueda aplicar presión o fricción a la piel.
  • Use zapatos y calcetines cómodos para no presionar sus pies.
  • Remoje los callos en agua tibia durante 10-15 minutos, para que la piel engrosada se ablande y se despegue.
  • Use humectante con regularidad para prevenir la piel seca.
  • Utilice una piedra pómez para ayudar a eliminar la capa de piel engrosada, tenga en cuenta que esto no debe ser hecho por diabéticos.

Si tiene diabetes, problemas en los vasos sanguíneos o callosidades que no mejoran o empeoran después de la automedicación, consulte a su médico de inmediato. Algunos de los métodos de tratamiento que pueden utilizar los médicos incluyen:

  • Cortar o raspar el exceso de piel debido a los callos.
  • Aplicación de ungüentos, geles, cremas o tiritas que contienen ácido salicílico.
  • Dar antibióticos si los callos están infectados
  • Uso de suelas de zapatos especiales (ortesis) si se producen callos debido a una deformidad del pie
  • Cirugía para corregir la posición o forma del hueso que causa presión y fricción repetidas

Complicaciones de los callos

Los callos rara vez causan complicaciones. Sin embargo, en personas con diabetes o trastornos de los vasos sanguíneos, los callos que no se tratan adecuadamente y que causan heridas pueden aumentar el riesgo de infecciones de la piel.

Prevención de callos

Las siguientes son algunas cosas que puede hacer para reducir el riesgo de callos:

  • Use zapatos cómodos del tamaño adecuado.
  • Evite usar tacones altos o un frente estrecho.
  • Compre zapatos por la tarde o por la noche, generalmente el tamaño del pie será más grande por la tarde o por la noche.
  • Use un hisopo de algodón para separar los dedos de los pies si se frotan con frecuencia.
  • Use guantes o protección cuando opere equipo que pueda causar fricción repetida o presión sobre la piel.

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